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Metodología o instrumentos utilizados.

Nov 10, 2013
/ in Prensa
/ by UPA

En primer lugar se ha llevado a cabo un análisis de ciclo de vida de cada uno de los productos agroalimentarios. Para ello se han realizado entrevistas con los agricultores y ganaderos para recabar toda la información posible necesaria para el cálculo, incluyendo la solicitud de datos de consumo reales.

El análisis del ciclo de vida se ha realizado de la cuna a la puerta (cradle to gate), es decir, identificando todos los procesos, entradas y salidas en toda la fase agronómica y/o ganadera, hasta la venta del producto a un tercero. En el presente estudio no se ha considerado en ningún caso la fase de distribución ya que para los objetivos del estudio no se estimaba relevante y además se permitía así realizar un análisis homogéneo entre todas las explotaciones analizadas.

En cuanto a la estimación de la huella de carbono de los productos se ha empleado la metodología de reciente aprobación contenida en la especificación técnica ISO/TS 14067:2013. También se han consultado otras normativas de amplio uso como la norma Specification for the assessment of the life cycle greenhouse gas emissions of goods and services PAS2050:2011, en la que se ha basado la propia ISO/TS 14067:2013, y la guía específica PAS2050-1:2012 Assessment of life cycle greenhouse gas emissions from horticultural products, en la que se definen los requerimientos para la estimación de la huella de carbono de vegetales y frutas.

Se ha empleado el software Aire para implementar los cálculos de huella de carbono y la producción de los informes de verificación e informe gráfico.

En referencia al alcance, se ha analizado, para todas las explotaciones, la última campaña con datos completos y, en aquellas en las que la información estaba disponible, un periodo de tres campañas. Esta es una recomendación específica de la PAS2050-1:2012 y que es conforme, si bien no es una exigencia, con los requisitos de la ISO/TS 14067:2013. En el estudio realizado por UPA La huella de carbono y su mitigación, se puso en evidencia que el empleo de medias trianuales era una buena opción para obtener un dato más representativo, reduciendo la variabilidad propia de las fluctuaciones climáticas a las que se ven sometidos los productos agrícolas. En el caso de la uva y trigo ha sido posible realizar esta estimación trianual.